Cinco tecnologías de apoyo para los alumnos con dislexia

En Estados Unidos, entre el 5 % y el 17 % de la población tiene algún trastorno del aprendizaje que le impide leer o escribir correctamente. La dislexia es el trastorno más común de este tipo y, según demuestran algunos análisis, es incluso más habitual de lo que apuntan estas estadísticas. Por ejemplo, la Asociación Internacional de Dislexia estima que el 20 % de los lectores muestra síntomas de dislexia.

Si es usted docente, es bastante probable que haya detectado estos síntomas. Las personas con dislexia suelen tener dificultad para la comprensión lectora. Puede costarles decodificar las palabras desconocidas, y pueden mezclar frases o ser propensas a tener faltas de ortografía o pronunciar mal ciertas palabras. Todos estos síntomas pueden aparecer de repente.

Lo que quizá no sepa es que con un acompañamiento adecuado, los alumnos con dislexia pueden alcanzar los objetivos de aprendizaje y ponerse al mismo nivel que sus compañeros en todas las asignaturas, incluso en los contextos en los que se aplica la metodología educativa STEM. Ese acompañamiento suele venir en forma de tecnologías de apoyo (o AT, por sus siglas en inglés).

¿Y eso cómo se aplica en clase o en la sala de estudio? En este artículo, le presentamos cinco ejemplos de tecnologías de apoyo para la dislexia, todas ellas cruciales para mejorar el rendimiento de los alumnos.

Cinco tecnologías de apoyo para los alumnos con dislexia

La tecnología de apoyo es muy útil en ciertos contextos, pues elimina una barrera muy definida que impide ofrecer una educación accesible. Un alumno con discapacidad motora quizá necesite un atril o un adaptador para sujetar el lápiz, uno con problemas de audición necesitará un audífono o subtítulos para las clases en formato de conferencia, y un alumno con dislexia quizás necesite una (o más) de estas herramientas de apoyo.

1. Herramientas para configurar la apariencia de los textos

En la actualidad, muchos de los contenidos para aprender se encuentran en Internet. Los textos digitales ―ya aparezcan en un curso virtual, un artículo de una revista académica, un libro electrónico o Internet― pueden suponer un gran reto para los lectores con dislexia. En otras palabras, un texto puede ser más o menos fácil de leer dependiendo de la forma en la que se muestre.

Naturalmente, todos los lectores, con o sin dislexia, tienen sus necesidades y preferencias personales. No existe una única fuente, un único tamaño de letra ni una única combinación de colores que funcione mejor con todas las personas. Por eso, suele ser útil dejar que los lectores decidan sobre la apariencia de los textos.

Las herramientas en línea brindan esta opción. TextAid es una herramienta digital de ReadSpeaker de apoyo a la alfabetización que, aparte de leer los contenidos web en voz alta (TTS), permite que los lectores personalicen la apariencia de los textos de Internet. Para los alumnos con dislexia, es muy práctico ajustar el tamaño y cambiar la fuente y el color de la letra para poder centrarse mejor y que los textos les resulten más legibles. TextAid ofrece esta posibilidad y, además, se integra de forma nativa en la mayoría de los sistemas de gestión de aprendizaje (LMS, por sus siglas en inglés).

«Las herramientas para configurar los textos pueden ser especialmente útiles para las personas con dislexia que tienen que leer textos largos o documentos complejos», explicó Kelly Indah, redactora jefa del sitio web tecnológico IncrediTools. Indah expuso el caso de una persona cercana con dislexia que usa esta tecnología de apoyo para leer documentos técnicos extensos.

Las opciones para configurar y personalizar la apariencia de los textos «le han ayudado a mejorar la comprensión lectora de manera significativa y a disminuir el tiempo que necesita para leer cada documento», añadió Indah.

2. Herramientas de apoyo a la lectura para centrar la atención

A veces, a las personas con dislexia les resulta más fácil leer los textos línea por línea o palabra por palabra. En el caso de un texto impreso, una regla o un folio pueden ser toda la tecnología de apoyo que necesiten. Estos recursos ayudan a los lectores a mantenerse concentrados y evita que se distraigan pensando en que los textos que están leyendo no tienen fin.

Existen herramientas similares para usar en línea, como la de TextAid de ReadSpeaker, con la que los lectores pueden incluso ver el texto resaltado en pantalla conforme el software TTS lo lee en voz alta. Además, incluye una máscara de página y una regla de lectura virtuales que les ayuda a mantener la atención.

Estas son el tipo de herramientas que recomienda para los alumnos con dislexia Jess Brooks, docente y responsable de redacción del sitio web educativo Hess UnAcademy.

Las superposiciones o los filtros de colores para las pantallas o los materiales impresos pueden ayudar a reducir el estrés visual, explicó.

TextAid incorpora esta tecnología de apoyo para todos los textos digitales, incluido el contenido de los LMS.

Obtener más información sobre la herramienta TextAid de ReadSpeaker.

3. Programas de reconocimiento de voz

Para muchos alumnos con dislexia es más sencillo hablar que escribir. La tecnología voz a texto convierte el lenguaje hablado en palabras escritas al instante; un apoyo clave para las personas que tienen dificultades para escribir.

Esta tecnología de apoyo ha ayudado a Marc Hardgrove, director general de la empresa de marketing The HOTH, a superar los retos asociados a la dislexia. Por desgracia, cuando era pequeño no siempre fue así.

«Cuando iba al colegio, no disponíamos de tanta tecnología como ahora. Tuve que enfrentarme a mis dificultades y buscar métodos alternativos para aprender y retener la información», explicó Hardgrove.

Hardgrove considera que tanto las herramientas de texto a voz como las que transcriben la voz a texto son particularmente útiles hoy día.

Las tecnologías de apoyo como los programas que leen en voz alta o que convierten el lenguaje hablado en texto me han ayudado a ser más productivo.Gracias a ellas, me he podido comunicar de forma eficaz con mi equipo y con los clientes sin tener que preocuparme por la ortografía o la gramática, añadió el director general de The HOTH.

TextAid, el kit de herramientas para escribir de ReadSpeaker, lleva incorporada la funcionalidad de transcripción de voz a texto para integrar la herramienta de dictado de forma nativa en los LMS. «No obstante, si no trabaja con un LMS, puede probar algún servicio gratuito de voz a texto, como la herramienta de dictado de Google Docs», comentó Brooks.

Asimismo, Brooks explicó que este tipo de programas ayuda a los alumnos a poner voz a sus ideas y a traducirlas al lenguaje escrito, lo que presenta una ventaja para aquellos que tienen dislexia y dificultades con la escritura y la ortografía.

4. Programas de apoyo a la escritura

La tecnología voz a texto puede ayudar a las personas con dislexia con las tareas de escritura, pero hay que tener en cuenta que es una herramienta con más potencial del que algunos alumnos necesitan. Existen programas para procesar palabras que pueden ser más adecuados para ciertas personas que tengan que escribir.

TextAid incluye muchas herramientas de apoyo a la escritura, entre ellas:

• función de autocompletar con predicción inteligente de palabras, que puede reducir la carga cognitiva de elegir palabras comunes;
• lectura del texto gracias a la tecnología TTS, que introduce el procesamiento auditivo mientras se escribe;
• corrector de ortografía con sugerencias, que cubre las dificultades de ortografía relacionadas con la dislexia.

TextAid se integra en los entornos LMS, por lo que estas herramientas se incorporan directamente en los sistemas de aprendizaje virtuales. Así, los alumnos no tienen que abrir muchas aplicaciones o ventanas para recibir la ayuda que necesitan.

TextAid también funciona en línea, de manera que se puede utilizar en otros contextos que no sean los LMS, y no solo para el lenguaje escrito estándar. Las herramientas de apoyo a la escritura también son útiles para trabajar con código de programación, explicó Indah.

Como mentora de programadores noveles, he podido comprobar que estas herramientas pueden transformar las experiencias de aprendizaje. Tuve una alumna joven y brillante que tenía dificultades para leer el código debido a la dislexia. Cuando le proporcionamos un software de apoyo a la escritura, mejoró su rendimiento espectacularmente. Podía entender y corregir sus propios errores, lo que le ayudó a desarrollar sus habilidades de codificación de forma asombrosa.

5. Lectores de texto (TTS)

Todos los expertos con los que hemos hablado para redactar este artículo coinciden en que el texto a voz es una tecnología de apoyo esencial en las clases, en concreto para los alumnos con dislexia. Estos son algunos de sus comentarios:

• «La tecnología TTS convierte el texto escrito en lenguaje hablado, lo que puede ayudar a los alumnos con dislexia a mejorar la comprensión lectora» (Brooks).
• «Las herramientas TTS me han ayudado mucho con la dicción y la pronunciación» (Hardgrove).
• «Para los alumnos con dislexia, es muy útil tener la posibilidad de escuchar un texto en voz alta» (Indah).

De hecho, un metanálisis de 2018 del Journal of Learning Disabilities (revista académica sobre dificultades de aprendizaje) reveló que el texto a voz o lectura en voz alta mejora la comprensión lectora de las personas que tienen dificultades para leer.

Con la herramienta TextAid de ReadSpeaker, podrá incorporar en sus entornos de aprendizaje virtuales las tecnologías de apoyo para ayudar a los alumnos con dislexia. Las voces digitales de buena calidad, disponibles en varios idiomas y estilos de habla, ayudan a que los alumnos estén motivados; mientras que el kit de herramientas de apoyo a la lectura y a la escritura les proporciona más recursos aparte del texto a voz.